La Capilla de los Reyes Magos es una pequeña sala situada en el corazón del palacio, en el primer piso.
Diseñada por Michelozzo, consta de un vestíbulo cuadrado y una escarcela elevada para el altar. Se accedía a ella por dos entradas: una privada para la familia y otra pública para recibir a los invitados.
El techo de madera, obra de Pagno di Lapo, está finamente tallado y dorado y parece reflejarse, en su disposición y forma, en el precioso suelo de mármol policromado.
Los frescos de las paredes fueron pintados por Benozzo Gozzoli en 1459 y representan el viaje de los Magos hacia el Niño Jesús, representado en el retablo del taller de Filippo Lippi.

Partiendo del muro este, la procesión avanza con Gaspar (de blanco), luego con Baltasar (de verde) en el muro sur, y finalmente con Melchor (de rojo) en el muro oeste. La extraordinaria riqueza de los detalles y ornamentos va acompañada de la acertada representación del paisaje y de los personajes de la época dentro de la procesión sagrada: entre ellos, Cosme y Piero de Médicis, los jóvenes Lorenzo y Giuliano, Gian Galeazzo Sforza y Sigismondo Pandolfo Malatesta, y el papa Pío II Piccolomini.